Hay una razón por la que a todos nos encantan los animales bebés. Claro, los gatitos y los cachorros son geniales, ¡pero el reino animal tiene mucho más que ofrecer! Esta colección de animales bebés, desde caimanes hasta avestruces, está diseñada para brindar una sobredosis de ternura. Esta es tu oportunidad de conocer a estas pequeñas maravillas de la naturaleza sin moverte del sofá. Así que prepárate para desmayarte, chillar y decir “aww” unas cien veces.
Caimán bebé: un pequeño depredador con grandes sueños

Este pequeño caimán puede parecer inofensivo, ¡pero no te dejes engañar! Con siete Cheerios en la cabeza, ya muestra sus raíces de dinosaurio con una actitud juguetona.
Antes incluso de nacer, los caimanes bebés hacen mucho ruido, piando desde el interior de sus huevos. Es como si le estuvieran haciendo saber a su madre que están listos para unirse al mundo.
Los caimanes crecen lentamente, tardan unos 12 años en alcanzar su tamaño completo. Así que, aunque este es adorable ahora, algún día, ¡será un adulto con dientes acechando en los pantanos!
Conejo bebé: una nube esponjosa con orejas grandes

Los conejitos son tan suaves y esponjosos que es como sostener un malvavisco con el latido del corazón. Estos pequeños se ganan a todos, ya sea en la naturaleza o como mascotas.
Esas orejas grandes no sólo son lindas, ¡son prácticas! Ayudan a detectar peligros desde lejos. La forma que tiene la naturaleza de mantener seguras estas pequeñas bolas de pelusa.
Si tienes la tentación de llevarte uno a casa, recuerda: a los conejos les encanta patear la caca. Así que no se sorprenda si su doble con chispas de chocolate resulta ser, bueno, no chocolate.
Pulpo bebé: un sabelotodo del mar

Este pequeño pulpo ya está aprendiendo los caminos del océano. En su estado larvario, debe evitar los peces grandes que podrían verlo como un sabroso bocadillo.
¿Sabías que los pulpos pueden poner hasta 500.000 huevos? ¡Son muchos calamaritos! Pero sólo unos pocos llegan a la edad adulta, ya que el océano es un lugar peligroso.
Los pulpos adultos pueden crecer hasta 36 pulgadas y son increíblemente inteligentes. ¡Estos habitantes del océano incluso saben cómo usar herramientas, lo que demuestra que son los cerebros del mar!
Ballena bebé: gentiles gigantes en entrenamiento

Cuando piensas en cosas lindas, es posible que las crías de ballena no sean lo primero que te viene a la mente. Pero tienen un encanto que es imposible negar.
Las crías de ballena crecen a un ritmo asombroso, ganando 200 libras diarias durante la lactancia. Pronto estarán listos para explorar el vasto océano con su grupo familiar.
Las ballenas beluga, con sus cabezas en forma de melón, son especialmente amigables. ¡Les encanta socializar e incluso cantar! Sí, las ballenas tienen talento y ésta apenas se está calentando.
Ovejita: abrigos mullidos y colas juguetonas

Las crías de oveja, o corderos, nacen con cola, que eventualmente muda. ¿Te los imaginas con una cola larga y esponjosa? ¡Eso ya sería algo!
Sus abrigos de lana son súper lindos, pero en los meses calurosos resulta incómodo. Afortunadamente, un corte rápido los mantiene frescos y listos para divertirse en el campo.
Al cabo de seis semanas, su pelaje empieza a crecer de nuevo, justo a tiempo para los meses más fríos. ¡Estos pequeños siempre están listos para adaptarse a los cambios de estación!
Tigre bebé: lindo pero feroz

Los tigres bebés se ven tan lindos como los gatitos domésticos, pero no te dejes engañar: son salvajes de corazón. Este pequeño cachorro crecerá listo para vagar y gobernar la jungla.
En cada camada suele haber un cachorro dominante, macho o hembra, que destaca y lidera a los demás. Este “jefe tigre” a menudo recibe un trato especial por parte de su madre.
Al año y medio, las crías de tigre ya son hábiles cazadores. Es seguro decir que estos adorables felinos están lejos de ser una mascota doméstica promedio.
Nutria bebé: nadadores temerosos

Las crías de nutria pueden vivir cerca del agua, pero nadar no les resulta natural. De hecho, sus madres prácticamente tienen que empujarlas, les guste o no.
Los hermanos nutria mayores ayudan con las tareas de niñera, enseñándoles a los recién nacidos todo, desde nadar hasta jugar a pelear. Es realmente un asunto de familia en el mundo de las nutrias.
Una vez que superan su miedo, las nutrias se convierten en nadadoras rápidas, alcanzando velocidades de hasta nueve millas por hora. ¿Quién iba a decir que pasarían de ser reacias a estar listas para competir?
Tortuga bebé: le encantan los dulces

¡Esta pequeña tortuga es tan linda como su bocadillo! Si bien la gente suele confundirla con una tortuga, las tortugas en realidad son más aptas para vivir en tierra firme.
Las bayas son un delicioso bocadillo para estos animales, aunque comen principalmente verduras de hoja verde como la col rizada y las berzas. ¡No es una dieta que la mayoría de nosotros disfrutaríamos!
Con sus caparazones resistentes y su estilo de vida lento, las tortugas son unos de los animales más longevos del mundo. Esta pequeña tiene muchos años por delante.
Bebé Armadillo: Nacido con armadura incorporada

Puede que los armadillos bebés no parezcan adorables, pero este está aquí para hacerte cambiar de opinión. Con su pequeña armadura, está listo para enfrentarse al mundo, al menos en espíritu.
A un armadillo bebé se lo llama cachorro, al igual que a los cachorros de perro o de lobo. ¡Pero este pequeño tiene su propia apariencia única, con placas óseas incluidas!
A las pocas horas de nacer, los armadillos bebés pueden enrollarse en una bola para protegerse. ¡Eso sí que están preparados para cualquier cosa desde el primer día!
Bebé leopardo: moteado y dulce

Este pequeño leopardo todavía está desarrollando sus icónicas manchas. Por ahora, está más concentrado en acurrucarse con su madre y aprender a ser un feroz cazador.
Los leopardos jóvenes dependen de sus madres para alimentarse hasta aproximadamente los tres meses de edad. Hasta entonces, están ocupados siendo tiernos y creciendo hasta adquirir ese aspecto salvaje.
Un cachorro de leopardo tarda unos dos años en poder cazar por sí solo. Hasta entonces, la madre le proporciona comida y mucho amor a su cachorro con manchas.
Pollito: En la etapa incómoda

Estos pollitos nacen con aspecto de bolitas de pelo, pero pronto entran en una “fase incómoda” en la que sus extremidades parecen demasiado grandes para su cuerpo.
Alrededor de las diez semanas de edad, les empiezan a crecer las plumas, que sustituyen a la pelusa. Hasta entonces, parecen pequeños dinosaurios emplumados que atraviesan una pubertad difícil.
Los polluelos picotean constantemente, intentando entender qué es comestible. Digamos que tienen un sentido de curiosidad que les permite “picotear” mientras exploran su mundo.
Murciélago bebé: cachorro boca abajo

Los murciélagos bebés, también llamados cachorros, nacen uno a la vez y crecen rápido. Con orejas grandes y caras diminutas, son sorprendentemente adorables para ser criaturas de la noche.
A los murciélagos les encantan los lugares oscuros y húmedos y duermen colgados boca abajo. Sus garras hacen posible este estilo de vida único, lo que les da un encanto peculiar.
Aunque a menudo se los asocia con cuentos de terror, los murciélagos bebés están lejos de ser aterradores. ¡Estos pequeños cachorros solo quieren encontrar un lugar cómodo para dormir!
Vaca bebé: objetivos de peinado

Los terneros tienen un pelaje sorprendentemente elegante, especialmente las vacas de las Tierras Altas con su pelaje largo y peludo. ¿Quién hubiera pensado que las vacas podían tener mechones tan envidiables?
Los terneros de las Tierras Altas nacen con cuernos y pelaje esponjoso, perfectos para el clima más frío. ¡No te sorprendas si te dan ganas de darle un gran abrazo a uno!
Mientras que las vacas domésticas están acostumbradas a los humanos, estas vacas de las Tierras Altas están más acostumbradas a vagar por las montañas. Sin embargo, serán tus amigas si les llevas golosinas.
Carpincho bebé: pequeño pero sociable

Las crías de capibara pueden parecer hámsteres gigantes, pero estos simpáticos roedores son los más grandes del mundo y pueden llegar a medir hasta un metro y medio de altura.
A los capibaras, a los que se les llama cariñosamente “cerdos de agua”, les encanta nadar y pueden contener la respiración hasta cinco minutos. ¡Qué habilidades acuáticas tan impresionantes!
Los capibaras son muy sociables y disfrutan de pasar tiempo con otros animales, ¡e incluso con los humanos! Estos cachorros son tranquilos, lo que los hace populares en el reino animal.
Bebé pavo real: las plumas están por llegar

Los polluelos de pavo real no tienen un aspecto tan glamoroso como los adultos; son más esponjosos y no tienen las deslumbrantes plumas de la cola. Pero no te preocupes, esos colores llegarán en un año.
Los pavos reales machos desarrollan plumas llamativas y brillantes para atraer a sus parejas, mientras que las hembras lo hacen de manera sencilla. ¡No hay necesidad de un concurso de belleza cuando eres tan adorable!
Desarrollarán su llamado característico cuando sean adultos. Hasta entonces, estos pequeños simplemente pían y chirrían durante su infancia.
Bebé delfín: el amor del mar

Los delfines bebés son inseparables de sus madres, y pasan años aprendiendo a cazar y navegar en el océano. Son nadadores naturales y chillan de alegría mientras se deslizan.
Amamantar bajo el agua parece imposible, ¡pero los delfines lo han descubierto! Estas crías inteligentes se quedan cerca, beben leche y crecen para el mar abierto.
Algún día, estos delfines bebés realizarán piruetas y trucos con la gracia de sus padres. Por ahora, están felices de practicar junto a su madre.
Serpiente bebé: Pequeño pero poderoso

Las crías de serpiente no reciben ninguna ayuda maternal; están solas desde el principio. Con tamaños que van desde los 7,5 hasta los 40 centímetros, son pequeños reptiles resistentes.
Incluso con su diminuto tamaño, son capaces de tragar presas de un solo bocado. Si ves una cría de serpiente, recuerda que es tan hábil como los adultos.
Estos resistentes reptiles prosperan en diversos entornos, desde bosques hasta desiertos. Las crías de serpiente podrían hacerte cambiar de opinión sobre su factor adorable.
Lagartija bebé: la superviviente definitiva

Este pequeño lagarto puede parecer frágil, pero es sorprendentemente resistente. Los lagartos pueden regenerar las colas perdidas, un truco útil para explorar su mundo a veces peligroso.
Las crías de lagarto nacen sin color, pero desarrollan sus colores únicos con el tiempo. Son mascotas fascinantes que exploran y toman el sol en terrarios por todas partes.
Si alguna vez les tiras de la cola, no te preocupes: ¡volverá a crecer! Estos pequeños son resistentes y están listos para enfrentar los desafíos de la naturaleza.
Avestruz bebé: Pequeño pero atrevido

Este polluelo de avestruz puede parecer un polluelo gigante, pero apenas está empezando. ¡Con esas plumas, parece que necesita un peine!
Los polluelos de avestruz nacen de huevos gigantes y, al nacer, ya tienen el tamaño de un pollo adulto. A pesar de sus alas, son demasiado grandes para volar.
En cambio, los avestruces usan sus poderosas patas para correr. Ver a un polluelo de avestruz en acción seguro que te hará sonreír.
Búho bebé: maravilla con los ojos bien abiertos

Con sus enormes ojos y su diminuto cuerpo, un búho bebé parece un juguete de peluche que cobra vida. Estos pequeños sienten una adorable curiosidad por lo que los rodea.
Como depredadores, los búhos tienen una vista excelente. A pesar de su aspecto inocente, son hábiles cazadores que esperan a que su madre regrese con sabrosos bocadillos.
Los búhos son comedores voraces que devoran pequeños mamíferos como los ratones. Este pequeño pájaro puede parecer tierno, ¡pero es un formidable depredador en entrenamiento!
Bebé mono: igual que nosotros

Los monos, nuestros primos cercanos, tienen crías que se parecen a los bebés humanos. Desde su comportamiento social hasta sus adorables caras, es fácil ver el parecido familiar.
Las crías de mono se aferran a su madre, montándola en su espalda mientras ella se balancea entre los árboles. Aprenden habilidades vitales mientras disfrutan de mucho tiempo de juego.
A los cuatro o cinco años, los monos son considerados adultos. ¡Imagínese si los humanos maduraran tan rápido! ¡Tendríamos niños pequeños solicitando empleos!
Bebé león: pequeño rey en formación

Puede que los cachorros de león aún no dominen la jungla, pero están aprendiendo rápido. Estos bebés moteados crecen rápido, listos para su turno como reyes.
Los cachorros juegan con rudeza, perfeccionando sus habilidades para futuras cacerías. Los leones bebés también pierden los dientes de leche, al igual que los humanos, antes de obtener un poderoso conjunto de dientes de adulto.
Sus icónicas manchas se desvanecen con la edad, pero estas marcas ayudan a camuflar a los cachorros jóvenes en la naturaleza, manteniéndolos a salvo del peligro.
Cría de foca: suavidad nítida

Pocos animales pueden competir con la ternura de una cría de foca arpa. Cubiertas de suave pelaje blanco, estas pequeñas parecen saber que son fotogénicas.
Ese pelaje esponjoso las mantiene cálidas mientras crecen hasta convertirse en robustas adultas de 1,80 metros. Mientras tanto, son felices acurrucándose en las costas heladas.
Las focas pueden parecer suaves, pero crecen y se convierten en fuertes nadadoras. Es difícil creer que estas pequeñas bolas de pelo algún día dominen las olas del océano.
Sapo bebé: pequeño pero atemporal

Puede que los sapos no se transformen en príncipes, pero son lo suficientemente tiernos como para valerse por sí mismos. Su viaje desde renacuajos hasta criaturas que aman la tierra es fascinante de ver.
Como renacuajos, viven completamente bajo el agua y solo desarrollan patas y pulmones más tarde. Esta transformación es verdaderamente una de las maravillas de la naturaleza.
Incluso si ya no son “bebés”, los sapos diminutos aún tienen ese encanto tierno. ¡Solo mire esa carita que cabe en la punta de un dedo!
Bebé alce: Adorablemente incómodo

Los alces bebés, también llamados terneros, son sorprendentemente difíciles de ver en la naturaleza. Con una mezcla de caras parecidas a las de los burros y orejas parecidas a las de los ciervos, son un espectáculo curioso.
Estos terneros son criaturas solitarias y no tienden a formar manadas. Una vez que crecen, su enorme tamaño y sus astas los hacen imperdibles en el bosque.
Por ahora, son encantadoramente torpes, tropezando por la nieve y los campos. Muy pronto, se convertirán en uno de los residentes más majestuosos del bosque.
Caballo bebé: maravilla de patas largas

Los caballos bebés, o potrillos, nacen con patas casi tan largas como las que tendrán cuando sean adultos. Estos pequeños equinos están listos para ponerse de pie a las pocas horas de nacer.
Los potrillos aprenden rápidamente, siguiendo a sus madres por los pastos y praderas. Su gracia natural los vuelve cautivadores incluso desde sus primeros días.
Contrariamente a la creencia popular, los ponis no son caballos jóvenes, son una raza completamente diferente. Pero los caballos bebés todavía roban corazones con sus travesuras juguetonas.
Bebé elefante: alegría en tamaño gigante

Los elefantes bebés pueden ser grandes al principio, de casi un metro de alto y 113 kilos de peso, pero son tan juguetones como cualquier otro bebé del reino animal.
Los elefantes recién nacidos se mantienen cerca de sus madres, no solo por amor, sino también porque nacieron ciegos. Este vínculo es la base de sus amistades para toda la vida.
A medida que crecen, aprenden a usar sus trompas para explorar y jugar. Observar a estos gentiles gigantes aprender los principios básicos de la vida es a la vez conmovedor y entretenido.
Bebé perezoso: un amor de movimientos lentos

Los perezosos son famosos por su ritmo pausado, pero ¿sabías que nacen listos para trepar? Estos bebés de la selva tropical están apegados a su mamá durante sus primeros dos años.
A pesar de su reputación de “lentos”, los perezosos bebés pueden moverse rápidamente cuando es necesario, especialmente cuando están acurrucados con su mamá. Se quedan cerca, compartiendo abrazos que los hacen parecer increíblemente tiernos.
Los perezosos solo recorren unos 125 pies en un día entero, ¡así que hay mucho tiempo para admirar sus lindas caritas mientras están por ahí!
Bebé zorro: el tramposo amistoso

Los zorros son conocidos por su inteligencia y, desde que son bebés, son curiosos y sociables. Las crías de zorro nos recuerdan a “El zorro y el sabueso”: son juguetonas y un poco traviesas.
Estas crías son conocidas por su variedad vocal, ya que emiten más de 40 sonidos diferentes. Son parlanchines y emiten gritos estridentes que añaden un poco de encanto salvaje a su ternura.
Los zorros tienen una larga historia con los humanos, que se remonta a los entierros antiguos. Estas crías curiosas siempre han sido amigas tanto de los animales como de las personas.
Bebé pingüino: un polluelo sin esmoquin

Cuando los polluelos de pingüino nacen, todavía no tienen ese clásico aspecto de “esmoquin” en blanco y negro. En cambio, están cubiertos de plumas suaves, a menudo grises o marrones.
Los padres pingüinos se aventuran al mar en busca de comida mientras sus polluelos se acurrucan para calentarse. Estos bebés reconocen las voces de sus padres cuando regresan con la cena.
Con el tiempo, desarrollarán esos colores icónicos, pero por ahora, los polluelos de pingüino son manojos de pelusa, tambaleándose en las heladas costas antárticas.
Chinchilla bebé: pequeña y preciosa

Las crías de chinchilla son increíblemente pequeñas, ¡aproximadamente del tamaño de un vaso de chupito! Estos adorables roedores sudamericanos viven en madrigueras subterráneas y evitan la interacción excesiva con los humanos.
Conocidas por tener el pelaje más suave del reino animal, las chinchillas enfrentan amenazas de los cazadores de pieles. Muchas personas las tienen como mascotas, a pesar de su naturaleza esquiva.
Aunque son pequeñas, las chinchillas son independientes y prefieren una vida tranquila y solitaria. Sus delicadas orejas y sus diminutas caras las convierten en unas de las criaturas más adorables de la naturaleza.
Mapache bebé: bandido enmascarado travieso

Las crías de mapache, con sus máscaras negras de “bandidos” y sus ojos pequeños, están bien equipadas para las aventuras nocturnas. Son conocidas por hurgar en la basura, pero ¿cómo puedes enojarte con esa cara?
Estos pequeños crecen en guaridas hasta que están listos para explorar el mundo. No tienen miedo de estar cerca de los humanos, ya que se han adaptado a la vida urbana con facilidad.
Si ves una cría de mapache, prepárate para que te ignoren: ¡no se intimidan fácilmente! Estos bebés audaces llegaron para quedarse y aprovechar al máximo la vida en la ciudad.
Flamenco bebé: el polluelo pálido

Los flamencos bebés comienzan con un aspecto un poco apagado, sin las plumas rosadas brillantes de sus padres. Su color proviene de su dieta, así que pronto llegará la época de los camarones.
Los flamencos tardan entre dos y tres años en volverse rosados. A medida que crecen, sus patas y picos se alargan y adquieren su famoso pico curvo.
Estos polluelos crecen en bandadas y aprenden a buscar comida y a mantener el equilibrio sobre una pata como profesionales. Incluso antes de su transformación rosada, son todo un espectáculo.
Bebé hipopótamo: un peso pesado que abraza

Los hipopótamos bebés pesan entre 14 y 23 kilos, son unos animales pequeños y corpulentos. Son nadadores naturales y se deslizan por el agua como si hubieran nacido para ello, ¡porque lo son!
Los hipopótamos son animales sociales, a los que se les suele encontrar acurrucándose y nadando juntos. Si bien los adultos pueden ser feroces, estos pequeños son todo paz, amor y abrazos de hipopótamo.
Con el tiempo, se convertirán en criaturas enormes y llegarán a pesar 1360 kilos. Pero por ahora, los hipopótamos bebés son simplemente suaves y esponjosos bultos de alegría en el agua.
Cerdito bebé: más inteligente de lo que crees

Los lechones son famosos por su ternura y también por su inteligencia. Pueden aprender trucos, reconocer caras e incluso recordar a las personas. ¡Son los genios del corral!
Los lechones, que nacen con un peso de alrededor de 1,8 kg, crecen rápidamente y alcanzan los 113 kg en cinco meses. Es un crecimiento impresionante para una criatura tan pequeña.
No solo son inteligentes, sino también cariñosos y suelen buscar que les acaricien la panza. Si no has visto un lechón, te estás perdiendo una de las alegrías más sencillas de la vida.
Suricata bebé: detective del desierto

Este bebé que vive en el desierto puede parecer tierno, pero nació para ser fuerte. Las crías de suricata viven en madrigueras, protegidas de los depredadores por sus grandes grupos familiares.
Aunque son diminutas, las crías de suricata aprenden rápidamente habilidades de supervivencia. Están constantemente en alerta, atentos a las amenazas de animales más grandes que deambulan por su hogar en el desierto.
Estas crías juegan juntas y forman fuertes vínculos con sus hermanos. Ver a una familia de suricatas interactuar es como ver una comedia de situación, en la que cada miembro desempeña su papel.
Bebé koala: bolsa de papa

Los koalas bebés, o crías, pasan sus primeros meses en la bolsa de la mamá, al igual que los canguros. Emergen peludos y adorables, y se asoman cuando están listos.
Después de unos seis meses, comienzan a explorar fuera de la bolsa, pero siguen estando cerca. Estos bebés amantes del eucalipto son encantadores y trepan a los árboles con cada vez más confianza.
Los koalas son conocidos por su comportamiento relajado, ya que suelen dormir 20 horas al día. Incluso cuando son bebés, saben cómo tomárselo con calma y disfrutar de la vida.
Patito: la sensación de nadar

Los patitos pueden parecer suaves y esponjosos, pero nacen listos para nadar. Un día después de nacer, saltan al agua y se quedan cerca de su madre.
La siguen por los estanques y aprenden a navegar usando el sonido. Estos rápidos aprendices son adorables compañeros acuáticos, y cantan alegremente mientras nadan.
Aunque son mascotas encantadoras, los patos requieren mucha agua y espacio. Pero si los atrapas en la naturaleza, disfruta viendo a estos nadadores natos.
Bebé lobo: pequeño aullador

Los cachorros de lobo comienzan a aullar a las pocas semanas de vida, practicando sus futuros roles en la manada. Con sus penetrantes ojos azules, estos cachorros lucen increíblemente tiernos.
Sus ojos se volverán amarillos a medida que crezcan, y su lucha juguetona con sus hermanos los ayudará a desarrollar habilidades necesarias para la vida en manada y la supervivencia.
Aunque parecen cachorros domesticados, los cachorros de lobo crecerán y serán mucho más grandes. Pronto, serán parte de la naturaleza y vagarán por los bosques.
Bebé rinoceronte: le crece su primer cuerno

Los rinocerontes bebés, o crías, comienzan sin cuerno, que comienza como una protuberancia unos meses después del nacimiento. Crecerá a lo largo de su vida y, con el tiempo, alcanzará longitudes impresionantes.
Los cuernos de los rinocerontes no dejan de crecer, por lo que algunos alcanzan casi un metro y medio. Por ahora, esta cría se centra en seguir el ritmo de su madre y aprender las costumbres salvajes.
Estas robustas crías nacen en las llanuras cubiertas de hierba de África y aprenden a deambular con su familia. Es un largo viaje desde la cría hasta el rinoceronte gigante.
Bebé erizo: adorable y espinoso

Los puercoespines, o erizos bebés, pueden parecer espinosos, pero son sorprendentemente suaves al nacer. Sus pequeñas espinas se caen para dar paso a otras más fuertes a medida que crecen.
Estas criaturas puntiagudas se enrollan formando bolas para defenderse, una habilidad con la que nacen. Es como la forma que tiene la naturaleza de decir: “¡No te metas conmigo!” de la forma más tierna.
Aunque se parecen a pequeños alfileteros, los erizos son criaturas gentiles e incluso populares como mascotas. Solo ten cuidado con esas púas cuando les des amor.
Ardilla bebé: acróbata peludo

Las ardillas bebés, también llamadas gatitos, nacen con colas delgadas, parecidas a las de los ratones, que se van esponjando con el tiempo. En cuestión de semanas, son versiones en miniatura de las ardillas que conocemos.
Sus dientes comienzan a aparecer pronto, y los usan para roer todo lo que ven. Los dientes de las ardillas crecen continuamente, por lo que masticar es esencial.
Con sus colas peludas y su energía ilimitada, las ardillas son residentes vivaces de bosques y parques. Son tan encantadoras que incluso podrías perdonarlas por asaltar tu comedero para pájaros.
Panda bebé: un cachorro pequeño y tierno

Los cachorros de panda son muy pequeños al principio, especialmente en comparación con su tamaño adulto de 1,80 metros. ¡Un panda recién nacido pesa aproximadamente 1/900 del peso de su madre!
Las madres panda son famosas por su atención y sostienen a sus pequeños bebés cerca para darles calor y consuelo. Estas adorables criaturas disfrutan de constantes abrazos en sus primeros días.
Puede que ahora sean pequeños, pero los cachorros de panda crecen rápido y aprenden a explorar los bosques de bambú y a mordisquear los brotes de bambú a medida que crecen.
Ciervo bebé: cervatillo gentil y moteado

Los cervatillos son conocidos por su comportamiento apacible y sus adorables manchas blancas, que les ayudan a mimetizarse con el entorno. Estas manchas de camuflaje naturales se desvanecen a medida que crecen.
Los cervatillos machos comienzan a desarrollar astas antes de su primer cumpleaños. Las astas se caen todos los años, por lo que algunos ciervos adquieren ese “aspecto fresco” cada temporada.
Los cervatillos suelen asociarse con la inocencia, gracias a su comportamiento tímido. Crecen rápidamente y se convierten en ciervos majestuosos, pero sus primeros días son pura magia que derrite el corazón.
Cabra bebé: la compañera de yoga perfecta

Los cabritos son famosos por su energía, por saltar por todos lados e incluso por treparse a la espalda de las personas. Estas pequeñas criaturas juguetonas son perfectas para zoológicos de mascotas y sesiones de yoga.
Tanto los machos como las hembras pueden tener barba, aunque a este pequeño le llevará tiempo. Por ahora, está ocupado siendo el alma de la fiesta en el corral.
Las cabras se encuentran entre los primeros animales domesticados por los humanos y nos han mantenido entretenidos con sus travesuras desde entonces. Un cabrito saltarín es la forma que tiene la naturaleza de difundir alegría.